jueves, 30 de agosto de 2012

EL MASAJE METAMORFICO


Un simple toque
El masaje metamórfico consiste en un toque suave e intuitivo de los pies, las manos y la cabeza. En ellos se reflejan una expresión completa de quienes somos, nuestras memorias y nuestras posibilidades.        

Un despertar poderoso
Acompañamos a la persona a despertar su sabiduría interna para liberar energía y memorias estancadas, y de esta forma, sanar el cuerpo, las emociones, la mente y el espíritu.
En un espacio de escucha, y de recepción total de la persona, se crea una conexión profunda que hace posible la liberación. Una vez que se produce un desbloqueo energético, se libera una nueva energía de vida donde nacerán nuevas posibilidades.
Dependiendo de tu camino en la vida, encontrarás paz, serenidad, inocencia, amor o energía vital renovada, que el cuerpo utilizará para sanar una enfermedad, mejorar tus condiciones de vida, tus relaciones, tu autoestima, etc.           

¿Cómo nació esa técnica?
Robert St John, especialista en reflexología, fue la persona que descubrió el milagro que se producía en niños con discapacidad, cuando solo escuchaba sus pies en lugar de "tratarlos". Los impresionantes resultados, le llevaron 25 años más tarde, a proponer al mundo esta técnica. Halló el vínculo con memorias prenatales que marcan profundamente nuestra vida y constató como pueden ser liberadas gracias a esa técnica.

¿Quién puede beneficiarse?
Cualquier persona interesada en potenciar su vida para poder expresarse plenamente. Por sus características específicas de liberación de memorias prenatales, es una práctica ideal para mujeres embarazadas y bebés. Así mismo, es una técnica muy beneficiosa para ayudar a los niños a crecer felices.
Tanto por su suavidad como por sus características de liberación, también es excelente en personas que se enfrentan a una enfermedad, a la vejez, a discapacidades, o a un periodo de transición en su vida.

¿Es posible practicar esta técnica a distancia? ¿Cómo funciona?
Atendiendo el principio de que todo es energía, la persona que ofrece el masaje se convierte en un simple catalizador de ésta y es esa energía de vida la que permite la liberación y la transformación. Como técnica totalmente vibracional, el espacio físico no limita la conexión.
He recibido testimonios de amigos en Bélgica quienes me manifestaban como sentían vibraciones en todo su cuerpo durante una sesión a distancia desde Madrid, y de los efectos tan impresionantes que han experimentado.

¿Cuál es la garantía en los resultados?
La técnica metamórfica no garantiza resultados, ya que los verdaderos resultados dependerán del camino de la persona, del ser que recibe el masaje y de lo que su guía interior permite liberar o sanar.

¿Cuáles son sus basamentos?
Desde el momento de la concepción, el nuevo ser vivo trae la información genética completa, heredada de millones de generaciones. Los nueve meses del desarrollo dentro del vientre materno van a influir de forma decisiva en la base física y emocional de la persona. Cualquier disgusto, mala alimentación o enfermedad de la madre quedarán impregnados en el feto. En este momento se crean los cimientos de la persona que le servirán de base el resto de su vida.
Cuando el embrión está en pleno proceso de formación es muy susceptible a cualquier cambio que se produzca en su pequeño universo. A través de la madre el niño se alimenta y respira, también los pensamientos y sentimientos que ella tenga llegarán al feto.

Otras consideraciones
La técnica metamórfica entra dentro de las terapias holísticas, que consideran al ser humano como un todo y no como la suma de sus partes. Esto quiere decir que no vamos a tratar los problemas del paciente de una forma en concreto. Ni siquiera vamos a darle una intención al tratamiento. El terapeuta será un catalizador del proceso y actuará como mero observador. Al entrar en contacto con el paciente, cambias su frecuencia y esto afecta a su vida Será la propia persona la que pondrá en acción todos los mecanismos homeostáticos y se curará sola. Pero la técnica Metamórfica va más allá proponiendo a la vida como el gran sanador.
Cuando realizamos cualquier terapia ponemos intención en la curación. Con la técnica metamórfica buscamos que el paciente desarrolle al máximo su potencialidad, sea de la forma que sea. No buscamos un objetivo en concreto, dejamos libertad al paciente para que se desarrolle al máximo.


Algo de historia
Robert St. John durante su vida profesional, logró descubrir la existencia de un mapa psicológico del ser humano, reflejado en el pie, bajo el mapa de los puntos de la reflexología podal.
Gracias a su gran sensibilidad y frecuente práctica, fue descubriendo diferentes áreas de referencia, siendo las principales las zonas del “Padre” y de “la Madre”. Entre ambas zonas se extiende el mapa reflejo del período de gestación. La zona del “Padre” corresponde al momento de la concepción y la zona de “la Madre” al momento del nacimiento.
Su localización la encontramos a lo largo de la línea de reflejo de la médula espinal, en el borde interno de ambos pies (muy cerca del reflejo de la columna vertebral en la reflexología podal). Consideradas en todo su recorrido nos encontramos con el siguiente mapa:


Consideradas en todo su recorrido nos encontramos con el siguiente mapa:

PRECONCEPCIÓN:
Período durante el que atraemos todo un conjunto de influencias, materiales e inmateriales. Se halla situado en un plano más allá del tiempo y del espacio.

CONCEPCIÓN:
Momento de la formación de la primera célula embrionaria. Corresponde a la “zona del Padre” y al inicio de la columna cervical, en el mapa de la reflexología podal. Se localiza en la articulación falángica del pulgar.

“COMPROMISO CON LA VIDA”:
Área que corresponde a la primera etapa de la “Postconcepción”, en la que el nuevo ser que deviene, “decide” durante esta etapa si se compromete con su gestación. (En reflexología corresponde al área de la séptima cervical o “halux valgus” en el pie). Es momento de darse, en algunos casos, abortos espontáneos, lo cual nos indica que el nuevo ser no quiere continuar su proceso de gestación, por el momento.

POSTCONCEPCIÓN:
Período que transcurre hasta la semana 18ª de gestación. El nuevo cuerpo se forma completamente, aún en miniatura. El alma sólo va descendiendo paulatinamente en sus envolturas terrenales, que se van formando en el seno de la madre elegida.

ANIMACIÓN:
Aquí se halla aproximadamente el punto medio de la gestación, entre las semanas 18ª y 22ª, en un desarrollo regular. El alma desciende un nuevo paso en el feto, y comienza a interaccionar con la madre y su entorno. Comienzan los movimientos, que pueden sentirse a través del vientre materno.

PRENACIMIENTO:
Desde la semana 22ª hasta el momento del parto, aproximadamente entre las semanas 38ª y 40ª, dependiendo de cada caso. Durante este período el nuevo ser, se prepara para su nacimiento a la vida independiente. Durante este período puede aparecer alguna malformación de carácter mental como el “síndrome de Down”, producido por la excesiva prisa del nuevo ser por encarnarse. Tenemos en el autismo su polo opuesto, pues el autista rechaza más bien el compromiso de la encarnación, (de la vida en la materia) y prefiere vivir en su mundo.

NACIMIENTO:
Este área coincide con la “zona de la Madre”, que comprende el tendón de Aquiles y los bordes del talón.
Voy a exponer con mayor amplitud las influencias que acogemos en el momento de la Concepción. Se pueden agrupar en materiales e inmateriales. Las primeras es expresan en el conjunto de la transmisión genética de nuestros padres, o aspecto biológico. Las segundas son aquellas que traemos con nosotros como seres individuales, es decir, el conjunto de nuestra trayectoria espiritual. Junto con estos dos conjuntos de influencias, tenemos todas aquellas, que podríamos denominar “medio ambientales” en un sentido amplio: Mapa de las Constelaciones zodiacales, época histórica de la humanidad, país, cultura, religión, medio social, entorno familiar, etc. Se podrían resumir en la herencia biológica o genética, y en la herencia espiritual individual o karma, influenciadas por todo el conjunto de factores que acabo de mencionar.

Es por supuesto, muy importante el estado anímico de los padres en el momento de la Concepción y durante el conjunto del embarazo, especialmente de la madre. Es muy importante que el hijo sea querido y acogido con amor. Herencia genética = crecimiento físico temporal. Herencia kármica = evolución espiritual eterna.

El practicante de la Técnica o Masaje Metamórfico se sitúa en un estado interior de desapego, permitiendo así que obre la propia Fuerza de Vida del paciente, por nuestro medio, iniciando el proceso de Cambio que necesite. Esta Fuerza curativa proviene del núcleo espiritual del ser humano, que gracias a esta Terapia puede hacerse más presente en nuestras vidas, con la ayuda que esto supone, tanto propia como hacia los demás.

Es importante observar los procesos de enfermedad y las dificultades en nuestro camino de vida, en general, como peldaños de evolución personal, oportunidades de crecimiento y fortalecimiento interior, con frutos personales y sociales.

El Masaje Metamórfico trabaja en un plano mas allá de los síntomas de la enfermedad, en un plano temporal, cuando fue creado el bloqueo o cristalización en el tiempo, liberándolo y deshaciendo sus secuelas, enquistadas en nosotros en forma de patrones mentales caducos. Tiene un especial aprovechamiento dado entre personas cercanas, con las que compartimos lazos familiares, afectivos o de cercana amistad. Especialmente valioso es aquel dado por los padres a sus hijos retrasados, pues conectan con la Fuerza de Vida mejor que nosotros, al hallarse más libres de condicionamientos mentales adquiridos.

Este Masaje puede ser aplicado a todo tipo de personas, y en todas las edades, teniendo presente que actúa con mayor rapidez en los mas jóvenes, y con menor efecto en el caso de hallarse tomando el paciente una medicación química fuerte, como la empleada en problemas mentales, ya que su efecto queda más “anestesiado” ante enfermedades de tipología mental. 

Procederemos entonces con sumo cuidado, aprovechando los períodos de lucidez del paciente, o contando con el permiso de un familiar para aplicarlo. También se puede efectuar durante el sueño, incluso sin tocar físicamente los pies, recorriendo “la grabación etérica” del período prenatal a una distancia aproximada de 30 cm de la piel.

El trabajo puede ser efectuado asimismo directamente sobre la columna vertebral, aunque esta forma era desaconsejada por Robert St. John, debido a que podía producir reacciones demasiado intensas en el paciente. Prefería trabajar desde los pies, para ofrecerle una “distancia” más creativa y manejable, en su proceso metamórfico. (Existen actualmente modalidades de Masaje Metamórfico, surgidas durante los últimos años que intercalan el trabajo en ambas zonas, además de manos y cabeza).


Pedro José Martínez










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