La Sombra
El arquetipo de la Sombra
La sombra es
todo lo que reprimes, lo que niegas de ti
La sombra es todo aquello que somos y que de alguna forma rechazamos y
tratamos de no ver, de olvidar…. La sombra es lo que escondes y reprimes,
de lo que te sientes culpable y te avergüenzas de ello. Sin embargo, nos
acompaña durante toda nuestra vida y nuestra relación con ella decidirá cómo
vamos a vivirla.
¿De dónde proviene el concepto de la Sombra?
Las culturas
ancestrales ya conocían a la Sombra
Ya los antiguos egipcios apreciaron un cuerpo etéreo que se separa de la
persona fallecida y que se simbolizaba una sombra que siempre le acompañó
durante su vida.
Desde entonces la sabiduría ancestral nos habla de una parte de nosotros
que nos seduce hacia un mundo tenebroso donde es fácil entrar y muy
difícil salir. Sin embargo, el mirarte a un espejo y verte de forma
objetiva siempre se consideró el paso previo para liberarte de las pulsiones y
deseos de tu sombra y entrar en la senda de la alegría, la creatividad y la
sensación de sentirte en comunión con el todo.
Para los pueblos chamánicos, el camino del guerrero pasaba
inexorablemente por reconocer que dentro de cada ser se esconde una sombra
rechazada y negada por la persona. Al integrar esa sombra y darle su lugar, el
guerrero sale victorioso, se libera de la dualidad y entra en el sendero de la
vida como Ser humano completo.
La Sombra: lo
que escondes de ti, también eres tu
En el psicoanálisis, C.G. Jung, lo define como el conjunto de tus
frustraciones, tus miedos e inseguridades, el rencor que sientes, la vergüenza
que has experimentado, la agresividad, las pulsiones que desapruebas en ti, el
deseo de dominar, la maldad, la avaricia, tus manipulaciones, lo cobarde que te
sientes, tu egoísmo, tu comportamiento violento, el rencor, la envidia… es
decir: todo aquello que tratas de reprimir, ocultar y negar de ti.
Cuanta más energía empleas en ocultarla más poderosa se vuelve y más
difícil se convierte tu vida.
¿Y
cómo se muestra la Sombra reprimida?
La sombra y cuando reaccionas agresivamente
sin darte cuenta
Cuando reaccionamos de forma agresiva sin darnos cuenta, cuando
buscamos el conflicto, cuando nos mostramos egoístas… es todo aquello que
expresamos y no coincide con la imagen que tenemos de nosotros ni con la imagen
pública que queremos mostrar.
Esta eterna lucha puede generar un enorme agotamiento y desequilibrio que
puede afectar notablemente cómo nos relacionamos con los demás y cómo nos
sentimos en la sociedad.
¿Qué
se puede hacer con la Sombra?
Aceptarse es
amarse sin condiciones
Tomar consciencia de que existe, aceptarla e integrarla en ti. Cuando esto
tiene lugar la fuerza destructiva de la sombra se puede convertir en una gran
energía creativa y transformadora de tu vida.
No se trata de ceder a lo que te dice tu parte oscura sino ver en tu
interior algo que está herido y está llamando la atención para que, en
definitiva, le muestres amor y comprensión. (http://www.miguelangelcueto.com/category/el-camino-del-corazon/)
Se comienza así un sendero que te lleva a un Renacimiento Personal, un
fortalecimiento de tu autoestima, que te permitirá afronta aquello de ti que no
te es agradable, aquello de ti que te hace daño… Se produce entonces una
experiencia de confianza en ti y en la vida, contactando con todo tu potencial
como persona.
¿Algún
truco para trabajar la Sombra?
[
Se humilde, no
es necesario que seas perfecto
Quizás sea interesante preguntar a las personas que conviven contigo cómo
te ven, cómo se sienten en tu presencia, qué les transmites…
Semejante baño de realidad, aunque nos puede “trastocar” un poco al
principio, nos abre la puerta a aceptar nuestras debilidades e integrar lo
consciente y lo inconsciente, nuestra sombra en nosotros.
Este es un sendero exigente, sobre todo al principio, pero muy edificante y
transformador. Si en algún momento te ves que la tarea te supera busca un
psicoterapeuta que te ayude en una parte del camino… Pedir ayuda es un signo
de fortaleza no de debilidad.
La sombra
proyecta en los demás lo que vive en ella
No juzgues y no serás juzgado;
No condenes y no serás condenado;
Perdona y serás perdonado.
Lucas 6,37