¿De donde procede la sabiduría de la medicina ayurveda? ¿en donde se encuentran los orígenes que describen de forma poética y sincrética la sabiduría y el conocimiento espiritual de donde procede la medicina Ayurveda? Esta es una pregunta difícil de responder si no se conocen los libros sagrados del Hinduísmo.
En los Upanishads por ejemplo, hay múltiples narraciones y descripciones en un lenguaje muy sutil y divino que muestran de que forma nacieron el Yoga y el Ayurveda.
"Los poetas dicen que éste es el espíritu que vaga de uno en otro cuerpo, indemne de la luz y la oscuridad que acompañan a nuestra obras. El está libre porque carece de egoísmo; y es invisible, incomprensible y se oculta en la oscuridad. Parece como si obrara y no fuera; pero en realidad no obra, y es. Reside en su propio ser, puro, inmutable, inmóvil, impoluto; y en paz y carente de deseos, contempla el drama del universo. Está oculto tras el velo de las tres condiciones y constituyentes del universo; pero en el gozo de su ley de justicia, él es siempre el uno......
En el Upanishad Maitri por citar un solo aparte del libro:
Los Valakhily dijeron:
-Maestro, tu nos has hablado de la grandeza del alma, el espíritu, el alma suprema; pero, que es el alma que se encuentra bajo el dominio de la luz o de la oscuridad que acompaña nuestra obras, y que, nacido otra vez del bien y del mal, se alza y cae en su vagar, bajo el impulso de dos poderes opuestos?
Prajapati contestó:
-Verdad es que hay otra alma compuesta de los elementos corporales, el Bhutatman, que se encuentra bajo el dominio de la luz y de la oscuridad que acompaña a nuestras obras y que vuelta a nacer del bien y del mal, se alza y cae en su vagar, bajo el impulso de dos poderes opuestos.
Y he aquí la explicación: Hay cinco elementos sutiles, Tan-matras, y se llaman elementos. Hay también cinco elementos groseros, mahabhutas, que se llaman también elementos. La unión de estos elementos se llama cuerpo humano. El alma humana gobierna el cuerpo: pero el alma espiritual inmortal es tan pura como la gota de rocío en el pétalo del loto.
El alma humana se encuentra bajo el dominio de los tres constituyentes y de las condiciones de la naturaleza y por eso cae en confusión. A consecuencia de esta confusión, no le es dable el alma intuir al Dios que mora en el interior, y cuyo poder nos da el poder de obrar.
Así el alma se ve arrastrada por la vertiginosa corriente de aguas cenagosas de las tres condiciones de la naturaleza, y se siente insegura y vacilante, confundida y henchida de deseos, falta de concentración y perpleja en su engreimiento. Siempre que el alma abriga pensamientos de "yo" o "mío", se liga más y más a su ser inferior, como pájaro en redada.
Alvaro
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